lunes, 29 de noviembre de 2010

once.

Un instante y todo cambia para siempre, los sueños, la vida y solo quedas tú, o una sombra de ti mismo…nada.

sábado, 20 de noviembre de 2010

gotetaa.

Es distinto a los demás, no peor, sino diferente. Como diferente es cada gota de lluvia, como diferente es cada día y cada momento a su lado.
Su amistad es fundamental, única, perfecta. Tan perfecta que puede resultar irreal.
Es capaz de inventar millones de tonterías solo por verme una sonrisa, por intentar que olvide problemas que ahora ya son inexistentes y gran partes de eso es gracias a él, si, a él. Por la multitud de horas que a pasado a mi lado escuchando historias aburridas, sosas y monótonas. Da igual que llovieses, helara o nevase, eso para él eran factores sin importancia o al menos eso me hacía entender a mí.
Él para mí a sido protección, alegría, locura, desahogo, olvido, felicidad, amistad, diversión, cariño, apoyo, simpatía, ternura, sosiego, dulzura, comprensión, sobretodo comprensión. Parece mentira que una sola persona pueda aportarte tantas cosas sin pedir nada a cambio.
Gracias, gracias por todos los momentos a tu lado y por todos los que quedan.

sábado, 6 de noviembre de 2010

prohibido mirar el reloj.

Nunca fui perfecta, tampoco he pretendido serlo. He tenido errores, fallos, demasiados diría yo...Pero no podemos retroceder, no podemos echar las manecillas hacia atrás y rectificar. Imagino que lo único que podemos hacer es darnos cuenta de ello y tratar de aprender de todo eso que no hemos hecho del todo bien. A pesar de que sean simples fallos, de que las cosas no salgan como tú esperabas, la gente cuestiona tu forma de ser. Ahora serás un modelo al que atribuir todo tipo de adjetivos y acciones sin conocerte lo más mínimo. Porque, ¿de veras crees que te conocen? No, yo no lo creo. Si en realidad te conociesen no se limitarían a susurrar unos a otros acerca de cada cosa que haces, sino que tratarían de darse cuenta de que tu también puedes tener fallos, eres un ser humano. Pero bueno, al fin y al cabo siempre quedan esas personas que de verdad te conocen y que se preocupan por escuchar tu versión. El resto, aquellos que se limitan a cuestionar lo que haces, no sirven de nada. Supongo que sus palabras son demasiado improvisadas como para que merezca la pena pararte a escucharlas. Siempre quedará alguien con un poco de sentido común que se de cuenta de este tipo de cosas. Y entonces.. entonces es momento de marcharte.. Un adiós será suficiente, supongo.